Desde la creación del primer químico orgánico sintético en el año 1828, por científicos alemanes, las sustancias químicas han tomado un gran auge en nuestras vidas. A raíz de esto nuestra vida cotidiana cambió, ya que las producciones de alimentos evolucionaron y a día de hoy tenemos una red compleja de cientos de productos químicos que nos afectan directamente.
Los focos pueden ser desde el agua embotellada que consumimos, pasando por recipientes de plástico, perfumes y ambientadores, alimentos o medicamentos.
"El sistema
endócrino es una red compleja de glándulas y hormonas que regulan muchas de las
funciones del cuerpo, como el crecimiento, desarrollo y maduración, así como la
forma en la que funcionan varios órganos.
Las glándulas
endócrinas como la pituitaria, tiroides, suprarrenal, timo, páncreas, ovarios y
testículos liberan cantidades cuidadosamente medidas de hormonas en el torrente
sanguíneo y actúan como mensajeros químicos naturales, viajan a diferentes
partes del cuerpo para controlar y ajustar muchas de las funciones
vitales"
Los disruptores endocrinos
son sustancias químicas que en nuestro cuerpo imitan la acción de las hormonas
ya que su estructura es similar a la de estas, bloquean la acción, aumentan o
disminuyen sus niveles.
Enfermedades relacionadas
- Salud reproductiva masculina. (Infertilidad, impotencia sexual, falta de líbido)
- Trastornos de déficit de atención e hiperactividad en niños.
- Trastornos del metabolismo (obesidad, diabetes, disfunción tiroidea).
- Problemas cardiovasculares.
- Alteraciones y enfermedades neurológicas. (Alzheimer, Parquinson)
- Cánceres dependientes hormonales como el de mama o próstata.
- Salud reproductiva femenina. (Endometriosis)
Sus impactos también pueden ser imperceptibles durante una generación o dos a pesar de que nunca han estado directamente expuestos a los disruptores.
¿Dónde podemos encontrarlos?
En los últimos días habréis visto noticias en los distintos medios de comunicación de que los tickets térmicos de la compra contienen una sustancia llamada Bisfenol-A, a esta sustancia se le atribuyó en el año 1936 la categorización de carcinógeno.
Esto le está dando visibilidad a un problema de suma importancia un tanto desconocido para el ciudadano de a pie.
Esto le está dando visibilidad a un problema de suma importancia un tanto desconocido para el ciudadano de a pie.
Principalmente tenemos varios focos en nuestra vida diaria, como son los siguientes:
- Menaje de cocina. (Papel aluminio, film transparente, envases de alimentos, latas, conservas, tuppers de plástico).
- Alimentación no ecológica.(La mayoría de los fertilizantes tienen una acción de interrupción hormonal).
- Productos de higiene íntima.(El cultivo mayoritario de algodón está contaminado con glyfosfato, altamente cancerígeno).
- Productos cosméticos y de higiene convencionales.
- Productos de limpieza.
- Ropa compuesta por poliéster o teñidas.
¿Como evitarlos?
- Utilizar menaje certificado sin PFOS o PFOAS (Sustancias con efecto sobre nuestras hormonas, causando infertilidad, cáncer de mama, efectos inmnológicos, falta de desarrollo en fetos).
- Consumir alimentos frescos y ecológicos sin procesar.
- Utilizar compresas, tampones ecológicos o la copa menstrual. En nuestros bebés solo pañales certificados de algodón ecológico sin phenoxyethanol.
- Utilizar cosmética certificada ecológica.
- Limpieza con productos no tóxicos.
- Utilizar ropa de algodón.
- No pedir los tickets de compra, guardarlos o arrugarlos.
Si queréis ampliar información o saber más sobre este tema, venid a la tienda y os ayudamos a encontrar las alternativas más saludables a este problema de salud ambiental.
Espero haber podido ayudaros y aclarar dudas sobre los disruptores endocrinos que afectan directamente a nuestras hormonas.
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